La cajita
de Marta Vicente
En un cuarto abandonado de la casa
Manchita se moría de aburrimiento.
Nada.Ni una mirada,
ni un gesto,
ni quien le hiciera caso.
De pronto...
¿qué será?
¿Un castillo impenetrable?
¿Un robot justiciero?¿Una ballena encallada?
¿O un temible dragón?
Puede ser un sombrero...
¿O un tren?
Tal vez un refugio para soñar.
Seguimos caminando, codo a codo, conociéndonos, desde ésta saludable actividad que es compartir lecturas. Tal vez nuestra cajita sea un refugio, un lugar dónde encontrarnos.
Mari Galasso, lectora de los viernes a la tarde quiere compartir éstas palabras con nosotras:
He buscado y buscado en mi mente lo que mi corazón sentía.
Hacía excursiones en mi interior... me encontraba con alegría, la dicha, la plenitud, pero... no podía darle el nombre JUSTO!!!
Cuando me iba al Centro de Apoyo, en mis ojos quedaban grabadas las caritas; en mis oídos, los sonidos de las voces, las risas de cada uno de los chicos. Quedaba el recuerdo de las Seños, la alegría de la bienvenida y los abrazos de oso que te llenan el alma en la despedida; y de repente encontré la palbra justa.... VITAMINAS y de las mejores, sí! VITAMINAS PARA EL ALMA.
quiero agradecerles la oportunidad que me brindaron de conocerlas y de compartir esta hermosa experiencia de dar y recibir, recibir amor a borbotones que no es poca cosa.
Qué lindas palabras Mary!
Más fotos de momentos compartidos!
Virginia Maggi
